Influencia de la palabra en el ambiente

El ejemplo del humorista Leo Harlem, personaje direccional de todo un público, refleja y demuestra cómo las palabras mueven montañas. Este personaje sencillo en sus actuaciones, pero siempre con un teatro lleno a rebosar de colas interminables de personas que pagan por escucharle, nos hace reflexionar acerca del cuidado que debemos tener con nuestro lenguaje, el cual nos permitirá tener un canal excelente de comunicación con el prójimo, evitando en mayor parte situaciones erróneas que nos llevan a disgustos innecesarios. Por ello invito a seguir este ejemplo e intentar aportar siempre una buena palabra.