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LOS LIMITES

Hoy en día el problema social va enfocado al yoismo y sus consecuencias, nos preocupamos tanto de la valoración externa que dejamos empobrecer el mundo interno, núcleo importante y sede realmente de nuestros sentimientos.
Los síntomas más comunes como hablar de uno mismo y no visualizar aquellos que les rodean, con llamadas egoístas dotadas de vanidad, empobrecen las relaciones dando pie a la falta de humildad en busca de su propio interés. Estas personas se vuelven egoístas y ven un mundo de gigantes en continua rivalidad. No se percatan de la esencia de las personas con valores donde agradar es costumbre y edifican una vida llena de constancia y generosidad. Las personas que viven metidas en su ego necesitan de alardes rodearse de un mundo de gloria y con ciertas connotaciones de altanería.
Estas personas o bien algunas no respetan limites o no los visualizan, van caminando a lo suyo engañándose a si mismos y siempre con conductas dirigidas hacia ganancias desmedidas. Viven ciegos con el velo del egoísmo y de adulación de si mismos. Llenos de flaquezas, arrogancias continuas alimento de sus días.
Una necesidad de atención les hace verse sólo así mismos y aquellos que les adulan. Rodearse de personajes llamativos para demostrar quienes son y demostrar sus éxitos. Cuando en realidad la persona digna de admirar lleva una vida totalmente sencilla metida en su lucha sin abusar de nadie y con cuidado de no meterse en el espacio ajeno.
Los limites son sumamente importantes, sin ellos el ser humano va empaquetando patologías, como puede ser la falta de confianza y la baja autoestima, sin contar con la depresión o estados anímicos de ansiedad continuos.
La observación por nuestra parte como psicólogos es sumamente importante, las personas que son vanidosas no tienen límites y ven la falta de estos como asuntos normales. Se rebelan contra todo sano juicio, el discernimiento les cuesta y llegar a la profundidad de los asuntos son cosa de demasiado pensar.
Mediante el comportamiento vemos muchos síntomas, la existencia de personas caprichosas sin límites solo se despiertan por las llamadas del me gusta en una red social o la continua adulación.
Si pensásemos de que estamos compuestos esta maquinaria de elementos químicos putrefactos, mantenida por una energía que se ha de cuidar y mimar, la llamada llama de la vida. Los limites son los valores asentados y la resistencia de las personas que ya han sido heridas y tocadas amurallando su espacio y juzgando con su dignidad.
Las emociones son sumamente importantes refuerzan las fortalezas, la carcasa de nuestra persona. Si actuamos con egoísmo y nos dejamos llevar por el yoismo damos paso a nuestro ego y no abriremos las puertas de la felicidad.
Pasaran los trenes sin parar en la estación donde se espera, por lo cual, nuestro deber es fijarnos en todo aquello que nos rodea, nos permitirá vivir equilibrados con nuestro entorno y nosotros mismos.
Muchas veces, nos suceden muchas cosas y pensamos continuamente que son los demás. Pero es entonces, cuando debemos de preguntarnos si estamos haciendo algo equivocado. Fustigarnos por lo que nos sucede no es la solución, debemos de analizar lo sucedido para permitirnos ver lo contrario. Caminar y hablar en tono suplicante es de gran debilidad, nuestro deber es evaluar todo lo que nos rodea si queremos llevar una vida plena y tranquila.
Si convivimos con alguien y sucede algo inesperado que no entra en nuestros planes nuestro deber es preguntarnos el motivo del ¿Por qué lo hace? Y ¿Para qué lo hace? Igual la respuesta ha sido por alguna conducta de no saber guardar sus límites ni respetarlos.
Desde una visión ecología es comprender aquello que amamos e intentar ver sus valores y cuanto le ha costado conservarlos. En su mayor caso las personas de una determinada edad empiezan desde cero queriendo resetear la vida pasada, os aseguro comenzaran con unos límites y valores inquebrantables. Por ello, si nos interesa estar al lado de una personas, debemos desde el cariño hacer lo posible para no perderlos. Pues dependiendo de las experiencias esa persona será firme y nos pedirá la demostración del respeto a sus valores.