La importancia de la alimentación en el bienestar

Recientemente leí el siguiente artículo:

Munkgaard, B [2005] The association between schizophrenia, Celiac Disease and the Gluten-Free Diet en Acta Psychiat Scand 1-9.

Se trata de una excelente reflexión acerca de cómo el celiaquismo y otras dietas especiales pueden afectar a la conducta, pero a mí me gustaría extrapolarlo a la importancia de la alimentación en el bienestar general.

Para empezar comencemos hablando de los primeros descubrimientos sustanciales en el modelo celiaco que lo ligan a ciertos trastornos emocionales. Investigadores como F. Curtis Dohan (1960) asociaron la existencia de disturbios emocionales cuando descubrió cómo la desnutrición en niños celiacos hacía que sufrieran un distanciamiento emocional, hiperactividad y movimientos de estereotipia. Otros investigadores anteriormente habían intuido la correlación de la existencia de la alteraciones emocionales con la presencia de trastornos obsesivo-compulsivos en adultos. Además de alucinaciones y falsas creencias e ideas paranoicas. Postularon, incluso, que la esquizofrenia pudiera ser causada por algunas formas de la nutrición insuficiente.

Lo que es innegable es el hecho de que las carencias vitamínicas y nutricionales forman el substrato de muchas patologías neuropsiquiátricas, como son las encefalopatías alcohólicas, la locura megaloblástica, la pelagra, y el síndrome de Korsakoff, entre otras más. Existe un riesgo, aunque asumido, con la ingestión del gluten para personas susceptibles. Es una realidad establecida en nuestras culturas, ajustadas como lo están, a los sistemas de nutrición inadecuados como los “ fast-food”.

Se sospecha que según el momento en el que se introduzca el gluten la enfermedad celiaca puede aparecer antes o después y con mayor o menor intensidad. Ya hay ensayos donde se ha demostrado que el retraso en la introducción del gluten no influye en el desarrollo de la enfermedad celíaca en población de riesgo genético, aunque si retrasa el momento de su aparición. Este resultado cuestiona las recomendaciones de la EPSGHAN, European Food Safety y las más recientes de la American Academy of Pediatrics.

Cada día nuevas investigaciones descubren la importancia de la nutrición en las patologías conductuales y alteración en las emociones. Seguiré de cerca el tema, ya que lo consideró un pilar fundamental de aproximación a mi enfoque. ¡Nos leemos!